BOSQUE INFINITO / INSTALACIÓN - PALAIS DE GLACE - agosto 2013


Con Bosque infinito Balbina Lightowler desafía los límites del arte y nuestra percepción. Lleva al extremo los bordes de la pintura, la fotografía y el arte experiencial para invitarnos a habitar uno de sus paisajes oníricos más recurrentes: el bosque sin fin. En sus obras, Balbina suele descolocar las características del espacio urbano y el mundo que nos rodea, trastocando y ponieno en duda nuestras categorías de espacio y tiempo.

Oscar Smoje
Director Palais de Glace


BOSQUE INFINITO
Miro el bosque como queriendo descubrir su esencia, en su silencio aparecen millones de situaciones, fragmentos y detalles que no había visto nunca. 
El resplandor, las  sombras y el espacio se revelan, me sorprende.

Necesito reconstruir este lugar, inventarlo como refugio. Con los recortes que tomo de la realidad  armo un nuevo universo ficticio, imposible, irreal, infinito,  lo habito mientras lo construyo.
Está lleno de misterios, puedo entrar y salir, encuentro luces y oscuridades, se mueve sigiloso, se deforma, me marea. El bosque se transforma en textura generando nuevos espacios que recorro. Hay muchas maneras de estar allí, hay muchas entradas también.

Podemos volar en este lugar con olor a hojas húmedas sin tiempo.
Un piso verde transparente y una inagotable sucesión de troncos y sombras,  como líneas o látigos verticales que se repiten de manera aleatoria e insistente.
Espejos, simetrías, variaciones, reflejos,  silencio, todo se multiplica, espacio flotante, dado vuelta.

No hay distancia para alejarse y salir, el bosque nos envuelve. 

Balbina Lightowler